Ruinas de Ingenio Santa Fe son demolidas; pronto solo será un recuerdo que quedará en la mente de muchos.

SAN PEDRO DE MACORIS. El centenario Ingenio Santa Fe, cuya factoría no opera desde hace varios años cuando fue cerrado, pronto será solo un recuerdo, ya que sus viejas instalaciones están siendo demolidas y las que fueron sus maquinarias hace tiempo que no existen.

Las ruinas de este central, fundado por la compañía Vásquez Rouseet en 1884, están siendo desmanteladas y sus dos chimeneas demolidas, al igual que el conjunto de hierros que albergaban a su factoría y sus almacenes.

Se asegura que en el lugar donde por tanto tiempo funcionó uno de los principales ingenios de esta provincia, muy pronto será construida una urbanización.
Lo que fueron sus tachos ya no existen y las maquinarias en donde era molida la caña, convertida en guarapo y melao y luego azúcar, solo quedan en el recuerdo, ya que solo existen los viejos hierros que las cobijaban.

Sus moradores observan con una gran nostalgia el desmantelado local de sus oficinas y los tanques de almacenamiento como parte de una gran empresa que por muchos años fue la fuente de trabajo de miles de petromacorisanos.

Se ha dicho que sus tierras para la siembra serán usadas por el Ingenio Porvenir, el más cercano, el que será operado en lo adelante por una poderosa empresa privada, aunque no se ha dicho si producirá caña de azúcar o cuál derivado de la caña.

En una visita al lugar se ha comprobado que los ladrillos que conformaron parte de sus instalaciones, hoy son lomas de tierra dejando atrás los años dorados de la industria azucarera que solo quedarán en el recuerdo de muchos en esa comunidad.

Llegar a lo que es la parte final de la calle principal de la comunidad de Santa Fe produce una gran tristeza, cuando detrás de su simbólica volanta colocada en lugar, solo se observan lomas de ladrillo y el esqueleto de lo que fue la factoría del central.


En él se produjeron miles de toneladas de azúcar, las que por mucho tiempo contribuyeron a mantener a numerosas familias.

En él también se libraron grandes luchas obreras como la de Mauricio Báez en 1946, la primera hecha en la tiranía trujillista.

Y ahora, ya no existen las maquinarias, ni la molienda y los vagones han desaparecido del lugar, al igual que las locomotoras.

La histórica obra de Salvador Ross ha quedado en el pasado, cerrando de esa manera más de cien años de historia de la industria azucarera en esta provincia.